Hola a todos y bienvenidos a este nuevo post de la semana. Hoy he decidido escribir sobre un tema que nació de una conversación con unos amigos sobre si la diversidad es buena o no para poder crear e innovar dentro de una compañía y una startup.
Sé que la respuesta puede parecer obvia, pero la idea es sumergirnos un poco más sobre qué es diversidad y como la interpretamos. Para Juan, quien es gerente de IT de una startup peruana, diversidad es tener un equipo multidisciplinario, es decir, de distintas carreras en un mismo equipo, con gente de áreas de ingeniería y antropología y aprovechar el conocimiento de ambos en el desarrollo de un producto.
Ahora conversamos con Rocio, quien ha estado viviendo un año en Europa, haciendo prácticas en diversas compañías nórdicas de tecnología. Lo primero que se le vino a la mente al momento de conversar de diversidad es que está relacionado con temas multiculturales. Es decir, si un equipo tiene gente de distintos países – Perú, Alemania, Suiza, Indonesia – cumple con el requisito de ser diversa y los distintos mapas mentales de cada individuo aportan en la creación de nuevas soluciones de problemas.
¿Quién tiene la razón? La verdad es que los dos la tienen. Diversidad es un concepto muy discutido en el mundo académico y no hay una definición exacta al respecto (para variar). Cito a Kossek & Lobel (2005), quienes la definen como un rango de diferencias en etnicidad, nacionalidad, género, funciones, habilidades, lenguaje, religión y estilo de vida. Otros académicos incluyen otra dimensión que es la edad, definitivamente importante en nuestro día a día.
¿Y cuáles son los beneficios de la diversidad y más aún en que impacta en la innovación? Arzubiaga et al. (2008) evidencian en su estudio que existe un impacto significativo en la mejora de la creatividad y la calidad de las decisiones tomadas en un equipo. De forma similar, Herring (2009) indica que la diversidad logra mejores resultados económicos para la empresa en comparación a entornos más homogéneos. Además, evidencia que la innovación cada vez más depende de grupos de trabajos diversos y no tan solo de individuos altamente calificados que trabajan de forma autónoma.
¿Y por qué ahora más que nunca hablamos de diversidad? Primero es un hecho que el mundo está 100% globalizado, es imposible estar aislados y cada vez más se necesitan profesionales con competencias que ayuden a potenciar la diversidad en las organizaciones. Segundo, se deben romper las barreras de que si una persona piensa igual que uno es el ideal para mi equipo. Se deben romper estigmas que llamen a pensar que una nacionalidad es mejor que otra, o una carrera, o un género, etc. A mayor diversidad mayor impacto en la generación de nuevas ideas y en la mejora de la calidad de vida de todos los involucrados.
Finalmente, me gustaría compartir con ustedes una de mis conclusiones de la tesis que redacté en Suecia relacionada a startups tecnológicas ubicadas en la región de Escania (ciudades como Malmo y Helsingborg, hubs de teconolgía en este país nórdico) y como la diversidad ha impactado en la innovación y desarrollo de sus nuevos productos. Muchos de los fundadores entrevistados afirman que la diversidad impacta en la generación de nuevas ideas – sus compañías fueron creadas por grupos multidisciplinarios y multiculturales de emprendedores – y eso combate al peligroso pensamiento de grupo (“groupthink”, es decir, todos piensan lo mismo y eso puede ser perjudicial en algunos casos. Les recomiendo ver Guerra Mundial Z, donde los israelitas combaten el groupthink usando la “regla del décimo hombre”, en la cual se indica que, si nueve personas están de acuerdo, debe existir una décima persona que debe tener una opinión contraria al grupo y defenderla a más no poder).
Ahora me gustaría conocer en qué casos piensan que la diversidad podría impactar de forma no tan positiva la cultura de innovación en una compañía. ¿Tendrán algún ejemplo de su experiencia profesional?
¡Nos vemos la próxima semana!